Escándalo en el Congreso de Colombia

“Parapolítica”
Escándalo en el Congreso de Colombia
Uno de cada 10 legisladores está preso. Las acusaciones se basan en supuestas relaciones con los paramilitares.
Bogotá. El senador Jorge Enrique Gómez asumió su escaño en reemplazo de un legislador encarcelado que había suplantado a uno investigado judicialmente, que a su vez había sustituido a otro senador encarcelado.

Gómez, un pastor evangélico, carece de experiencia política, pero eso apenas importa, pues el Congreso colombiano apenas funciona en estos días, agobiado por un escándalo que ahora llegó cerca del presidente del país, Álvaro Uribe.

Uno de cada 10 miembros del Congreso, de 268 integrantes, están en la cárcel, y otro 10 por ciento, entre ellos la presidenta del Senado, Nancy Patricia Gutiérrez, son investigados.

El escándalo se centra en acusaciones de que grupos paramilitares ilegales de derecha ayudaron a legisladores y gobernadores pro Uribe a ser elegidos. En algunos casos, los políticos están acusados de planear asesinatos con los paramilitares.

Esta semana, el primo segundo del mandatario, el ex senador Mario Uribe, fue enviado a prisión por el mismo escándalo.

La crisis podría complicar aún más los esfuerzos del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para convencer al liderazgo del Partido Demócrata en el Congreso estadounidense a que apruebe un tratado de libre comercio con el país andino.

Estados Unidos y la Unión Europea (UE) consideran a los paramilitares derechistas y a las guerrillas izquierdistas como grupos terroristas.

El gobierno de Uribe lanzó una intensa ofensiva contra las guerrillas, al tiempo que logró un acuerdo de paz con los paramilitares en el que ofreció sentencias reducidas de cárcel a cambio de confesiones.

Sin embargo, Uribe no parece afectado por el escándalo, pues no hay evidencias que lo vinculen con los paramilitares, y durante sus seis años en el poder el país encontró una mayor estabilidad. Por eso, su popularidad siempre ronda el 70 por ciento.

Distintas voces. “Yo diría que en el mundo entero, la toma de control (por parte de la mafia) de un Estado más perfecta, la mejor lograda, ocurrió aquí en Colombia”, aseguró el senador opositor Gustavo Petro.

Por su parte, los aliados de Uribe alegan que el avance del escándalo prueba el compromiso del gobierno en combatir la corrupción.

El senador Jorge Enrique Gómez, ni aliado ni ferviente opositor de Uribe, aseguró que algunos senadores se dejaron llevar por la codicia y el poder.

Los parlamentarios detenidos en el escándalo ahora están en la prisión La Picota, al sur de Bogotá, donde a todas horas del día se puede ver entrar a abogados vestidos con caros trajes.

“La próxima plenaria tiene que ser en La Picota”, bromeó Gómez.

by Marchegeck